Las Unidades de Control Electrónico (ECU) más conocidas como las centralitas, son una especie de ordenador con un microprocesador que va comparando distintas señales recibidas del exterior a través de sensores y los almacena en la memoria, lo recibe y lo transmite como señales de control que van a parar todos los dispositivos exteriores que hacen que el motor funcione.
La ECU se encarga continuamente de adaptar las señales de control al funcionamiento del motor, la podemos encontrar situada dentro mismo de la cabina de coche para protegerla de elementos externos, pero normalmente se encuentra en el vano motor. Estas centralitas sirven para los motores de gasoil y para los motores de inyección a gasolina.
La ECU principalmente reduce el consumo de combustible, mantiene bajos los niveles de emisiones de escape atribuyendo a un mejor rendimiento del vehículo y una mejor conducción. También controla el ralentí del motor y su régimen, aparte de limitar las revoluciones máximas controlando la inyección de combustible en los cilindros del motor.
Otra ventaja de usar ECU es que si en algún momento el aire que entra en el motor alcanza temperaturas excesivamente altas, ésta reduce la cantidad de combustible a inyectar reduciendo la formación de humos de escape y mejorando la calidad de vida del vehículo.
Las ECU reciben las señales de distintos sensores y son evaluadas continuamente, asegurando que si en un momento determinado, alguna salga defectuosa o dañada, la ECU será capaz de detectar el error y sustituir estos valores permitiendo la conducción del vehículo hasta que la avería se pueda solucionar. Cualquier avería mecánica será registrada en la memoria de la centralita y dicha información se podrá leer desde el taller mecánico con un adecuado apartado de diagnosis al conectarlo en el vehículo. También pueden averiarse los censores y eso podría provocar una mala inyección con unas consecuencias fatales para el vehículo. La ECU, cuando se encuentra delante de este problema, se desconecta automáticamente y también se desconecta el sistema de inyección, parando completamente el vehículo, para reducir el problema al mínimo.
La ECU dispone de un testigo en el tablero de instrumentos, de esta manera podrá avisar al conductor del vehículo de la avería que haya en ese momento. Este testigo se enciende cuando hay un fallo en alguno de los siguientes componentes:
- Sensor de elevación de aguja.
- Sensor de impulsos (rpm).
- Sensor de posición, regulador de caudal de combustible.
- Sensor de posición del pedal del acelerador.
- Válvula EGR.
- Servomotor, regulador de caudal de combustible.
- Válvula magnética de avance a la inyección.
Una vez el testigo se haya encendido, el conductor deberá dirigirse al taller correspondiente para poder proceder a la diagnosis y hacer la revisión del vehículo. Las centralitas con toda su respectiva instalación y cableado suelen rondar los 800 euros.
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